Visitas de Vie a Dom de 10 a 18hs

 

Rodeado de un clima templado serrano, característico de las regiones montañosas, con veranos cálidos e inviernos frescos. Este microclima particular la convierte en un destino atractivo durante todo el año. Los veranos en la Estancia son agradables, con temperaturas medias que oscilan entre los 18°C y 30°C con noches frescas que proporcionan un alivio bienvenido del calor diurno. Las precipitaciones son moderadas, principalmente en forma de tormentas vespertinas, manteniendo la vegetación verde y exuberante. En el año 2004, en medio de este entorno idílico, nació la Bodega Estancia Las Cañitas.

En invierno, las temperaturas varían entre los 2°C y 15°C, con heladas comunes durante las noches y madrugadas. Ocasionalmente, la nieve cubre las cumbres más altas, añadiendo un toque pintoresco al paisaje. Primavera y otoño son estaciones transicionales que se caracterizan por temperaturas moderadas y una explosión de colores en la flora local. La primavera trae consigo una renovación vibrante de la vegetación, mientras que el otoño pinta el paisaje con tonos dorados y rojizos.

Los vientos juegan un papel crucial en el clima y la ecología del área. Predominan los vientos del oeste y suroeste, que traen aire fresco y limpio desde las montañas. El viento Zonda, seco y cálido, típico de las regiones andinas, puede afectar ocasionalmente al Valle de Calamuchita, manifestándose en ráfagas cálidas que aumentan temporalmente la temperatura. Las brisas locales, generadas por la diferencia de temperatura entre las montañas y los valles, son comunes y refrescan el ambiente, especialmente durante las tardes de verano, contribuyendo a la dispersión de humedad y manteniendo un clima agradable.

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 En los viñedos implementamos un sistema de riego por goteo que garantiza un suministro de agua preciso y eficiente, adaptándose a las necesidades específicas de cada etapa fenológica de la vid, desde el brote hasta la maduración. Este sistema minimiza el riesgo de enfermedades fúngicas al mantener el follaje seco. Nuestro enfoque es agroecológico, integrando prácticas agrícolas que promueven la biodiversidad y la salud del suelo. Enriquecemos el suelo evitando enfermedades, fomentando un equilibrio natural en el ecosistema del viñedo. La rica avifauna de la región, que incluye el cóndor andino, el águila mora y el carancho, y diversas especies de loros y colibríes contribuye a mantener a raya a posibles plagas de roedores y otros animales que podrían dañar las vides.

Las 8 hectáreas plantadas de viñedo, de las cuales 6 están en plena producción. Seleccionamos cuidadosamente clones de las mejores variedades francesas, como Pinot Noir, Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah y Sauvignon Blanc. Estos clones fueron escogidos por su excelente adaptación a las condiciones climáticas y edáficas de nuestro terroir, garantizando una alta calidad en la producción de nuestras uvas. Utilizamos el sistema de conducción de espaldera, que permite un mejor control del crecimiento de la vid y optimiza la exposición solar. Esta técnica, combinada con una alta densidad de plantación de 7.500 plantas por hectárea, maximiza la eficiencia del viñedo, mejorando la calidad de las uvas al reducir el vigor de cada planta, resultando en una mejor maduración y concentración de los compuestos fenólicos. Permitiendonos realizar una cosecha manual meticulosa, llevada a cabo por nuestro equipo de viñedo y bodega, junto con la valiosa colaboración de vecinos y amigos.
La vendimia se realiza en el momento óptimo de maduración de las uvas, siguiendo un riguroso monitoreo de parámetros como el índice de Brix, la acidez y los compuestos fenólicos. Los viñedos están establecidos en microparcelas con perfiles de suelos pedregosos, ricos en granito, cuarzo y mica, lo que aporta características únicas a nuestros vinos. Alrededor de los ellos, bosques de pinares y zarzamoras contribuyen a la biodiversidad y enriquecen el microclima, influyendo positivamente en el perfil aromático y estructural de nuestras uvas.

 

Las condiciones agroecológicas de nuestro viñedo son óptimas, situados a 1.300 metros sobre el nivel del mar con pendientes del 5%. El clima fresco y húmedo, junto con una gran amplitud térmica en verano, con diferencias de más de 15 grados entre el día y la noche, y una excelente heliofanía, crean un ambiente ideal para el desarrollo de vides de alta calidad. Generalmente, comenzamos la cosecha con nuestro Sauvignon Blanc en marzo, seguido por el Pinot Noir, y entre abril y mayo recolectamos el resto de nuestras variedades tintas, como Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah. Cada variedad es cosechada en su punto óptimo de maduración para asegurar la máxima expresión de sus características varietales.

En cada rincón de Villa Berna, se siente la armonía entre el hombre y la naturaleza. La rica diversidad de flora y fauna, el clima benévolo, y el viento que refresca las tardes de verano, contribuyen a crear un entorno ideal para la viticultura.